viernes, 6 de julio de 2012

Bajo la superficie

Hoy les comparto un cuento sobre la vida interior y el materialismo de la sociedad, que me recuerda la antinomia introvertido - extrovertido. Pero toca también muchos otros temas interesantes: la comunicación, la sensación de vacío interior, la identidad, el autoconocimiento...
Para los que no les gusta tanto leer, les dejo la versión en vídeo que se llama El país de los pozos.




LA CIUDAD DE LOS POZOS

Tomado del libro de Jorge Bucay 26 cuentos para pensar



Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes... pero pozos al fin.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.
Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas , pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.
Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.
Los pozos no eran todos iguales así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior... Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.
No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.
Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad...

Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenia dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...
Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho...
Un día, el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro y muy en el fondo ¡encontró agua!!! Nunca antes otro pozo había encontrado agua...
El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.
La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto , en tréboles, en flores, y en tronquitos endebles que se volvieron árboles después...
La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel". Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo...
Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.
Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas...
En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío...
Y también empezó a profundizar...
Y también llegó al agua...
Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...
-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por ahora, cuánto más agua saco, más agua hay.
Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento.
Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma...Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto: La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...


lunes, 25 de junio de 2012

La procrastinación

La mayoría de los esquizoides se quejan de padecer la procrastinación. Quizás se deba a la falta de motivación, tal vez sea el miedo inconsciente que nos lleva evitar todo contacto con la gente.
Para quienes no han oído hablar de ella les doy una definición sacada del sitio http://procrastinacion.org
La procrastinación es un complejo transtorno del comportamiento que a todo el mundo nos afecta en mayor o menor medida. Consiste en postergar de forma sistemática aquellas tareas que debemos hacer, que son cruciales para nuestro desarrollo y que son reemplazadas por otras más irrelevantes pero más placenteras de llevar a cabo. Es asumida popularmente como simple "pereza".
En el mismo sitio encontramos algunas pistas sobre el origen del problema:
Los causas o motivos que pueden llevar a una persona a padecer de procrastinación son tan diversos y complejos que resultaría muy correoso plasmarlos en un solo artículo. Hay personas que "procrastinean" de resultas de un estado depresivo (la depresión conduce a estados de letargo). Otras en cambio son amantes del perfeccionismo, y ésto las priva de empezar a realizar proyectos porque temen que no podrán hacerlo tan perfecto como ellas desean, y por lo tanto pierden la motivación. También una baja tolerancia a la frustración ayuda a "dejar las cosas de lado", por miedo a que nos desborden y por tanto por miedo a cómo nos sentiremos entonces. Otro perfil muy distinto sería el de aquellas personas muy activas que disfrutan gestando ideas, pero que no pueden finalizarlas porque enseguida se distraen generando ya la siguiente; y postergan así decenas de tareas que obviamente no tienen tiempo para completar.

Y ahora, un cuento sobre la postergación:

El Gran Ausente
Autor: Leonel Sicardi


En el Ministerio de las Decisiones existe un gran sillón, tapizado de cuero, con un alto respaldo y con un asiento mullido, en el cual me siento –se supone que me siento- cuando voy a tomar una decisión importante.
Ahora es de noche y siento que tengo que acercarme al sillón de las decisiones. Estoy a punto de entrar al gran salón, con cuadros en las paredes y piso alfombrado…Me acerco porque me acuciaron unas ganas, acariciadas desde hace mucho tiempo, pero…siempre hay “peros”. Cuando estoy por entrar, casi a punto de hacer girar el picaporte, aparecen un tropel de peros, una banda, que empujan, aplastan las ganas hasta dejarme ahí tirado, con la ropa deshilachada y medio rota.
Los que se sientan en el sillón de las decisiones son los peros y no las ganas.
Luego aparecen semillas de ganas. Van creciendo, van tomando cuerpo lentamente, pero “No es tiempo aún”, “más adelante”, “no están dadas las condiciones”… Y así, al aparecer las dudas, las ganas siguen esperando que algún día les llegue su turno.
Ahora…¿para qué está este sillón si no llegué a sentarme nunca? ¿Quién se sienta en él? Se sientan otros, los peros, las dudas, los que deciden por mí.
Hermosas señoras o decididos caballeros, en diferentes momentos de mi vida, se instalan y deciden desde el gran sillón mientras yo voy quedándome enredado entre “peros”, “tal vez”, “más adelante”.
De repente, un día, hoy, me doy cuenta de que soy yo quien les cede el lugar, quien esquiva el dolor de elegir, de perder, de resignar seguridades y privilegios para ganar otra cosa: a mí mismo.
Soy el gran ausente en mi propio sillón. Lo reconozco y me duele. Entonces voy corriendo, atravieso el hall de entrada, pongo mi mano sobre el picaporte, lo hago girar, abro la puerta, cruzo a grandes pasos el piso alfombrado, llego al gran sillón, me detengo, lo miro, subo dos escalones, me siento en él y digo: “Ya está”, sin “peros” ni “tal vez”. Me decido, esta vez no lo hace nadie por mí: ni cumplo ni postergo. Lo elijo y lo hago ahora.
Y así, sentado en este gran sillón, mullido y de cuero, me pongo por fin a escribir este cuento. Por mí, para mí, para empezar a estar presente.


Extraído de: http://www.empowering.com.ar/blog/acerca-de-la-postergacion-el-gran-ausente-cuento-de-leonel-sicardi/

Amo la soledad (algunos poemas)

Continuando con el tema del post anterior les dejo algunos poemas que encontré en la Web. Las emociones que expresan nada tienen que ver con los sentimientos esquizoides, porque no hace falta ser esquizoide para amar la soledad.


AMO LA SOLEDAD
Autora: Mirta Pérez

Amo la soledad
en el momento justo
en que mis pies se deslizan
desnudos y sin prisa
mis manos se me sueltan
volándose en la brisa
y el corazón feliz
aún sin verte brinca

Amo la soledad
cuando mi alma me habla
y así puedo escucharla
sin marcarle distancia
acordando tareas
tal vez complicidades
que su verdad me diga
sin llorar necedades

Amo la soledad
desde la intolerancia
que me exige ser libre
que siempre es la que gana
anteponiendo vértigo
celebrando palabras
monólogos que saben
a risas sin mañanas

Amo la soledad
y acaso el punto exacto
donde sin medir fuerzas
tu soledad y la mía
puedan hacer un pacto
sin gran expectativa
absoluta franqueza
y como indispensable

un toque de demencia

Publicado en:

http://poesiavirtual.com/index.php?ir=ver_poema.php&pid=30642&p=Mirta+P%E9rez&t=Amo+la+soledad


AMO LA SOLEDAD
Autora: Aurora Garcia

Amo la soledad, porque en ella yo encuentro,
lenitivo a mis penas y aliento a mi vivir.
Revivo sin quererlo aquellos viejos tiempos,
cuando yo era pequeña y no sabía sufrir.

Amo la soledad, la soledad encierra,
acercamiento a Dios y a todo lo divino.
Cuando me hallo sola, me escapo de la Tierra,
y se aleja mi espíritu, en pos de otros caminos.

Caminos diferentes, que no todos conocen,
ni han tenido la suerte de poder explorar.
Caminos que no encierran los materiales goces,
porque ellos están poblados ¡de vida espiritual!

Y yo que he conocido por suerte esos caminos,
porque Dios me ha querido por ellos conducir.
Busco la soledad de mi inquieto destino,
y solo en esos ratos ¡soy del todo feliz!

Publicado en:
http://poesiavirtual.com/index.php?ir=ver_poema.php&pid=8878&p=Aurora+Garcia&t=AMO+LA+SOLEDAD


AMO LA SOLEDAD QUE OCUPA

Amo la soledad que ocupa
el espacio de mi larga espera
ella me envuelve en su silencio de lejana estrella
hermoso refugio de mis penas.
Ella me lleva por el mundo
me transporta a esas lejanas tierras
de cielos de turquí, de playas solariegas
de sueños que perdí, de anhelos que no llegan.
Me envuelve con sutil melancolía
con una paz y una dulzura intensa
cuando reposo tu recuerdo en mi pupila
cuando me ausento en la región de la tristeza.
Y me acompaña en el camino de retorno
cuando regreso a buscarte en mi memoria
y contemplo la habitación abandonada
donde fuiste mujer entre mis brazos
donde tantas veces me amaste enamorada.
De aquel tiempo hoy no queda nada
solo recuerdos que me llenan de nostalgia
porque no estás aquí, porque te llora el alma
cuando se oculta el sol en la lejana playa.
Amo entonces la soledad que ocupa
el espacio de mi larga espera
ella me envuelve en su silencio de lejana estrella
hermoso refugio de mis penas.

Publicado en:
http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-melancolicos-tristes/193302-amo-la-soledad-que-acupa.html

SOLEDAD Y SILENCIO
Autor: Mario Beer-Sheva

Amo la soledad, amo el silencio, porque en ellos encuentro, la tranquilidad de volver al pasado, retroceder en el tiempo y como un guerrero en reposo, vuelve, a mi mente, batallas ganadas, batallas perdidas, batallas vividas.

Me alejo de la gente, me alejo del bullicio y
metódicamente resurgen en mi mente, tantas aventuras, tantos idilios, tantos amores y confieso; algunas traiciones.

Soy un viejo guerrero, que luchó en la vida y hoy, en mi descanso, lucho para no perder la memoria de mi riqueza, que atesoro en mi ser.Es tan importante la soledad y el silencio, que cuando era joven, tanto temía y hoy la busco como compañía.

Y una a una, mis aventuras, me hace pasar el día, muchas veces con la sonrisa en los labios y otras, con lágrimas que anegan mis ojos y flotan en el recuerdo.

Y al terminar el día, como broche final, en unos minutos me traslado a tu vida, de la cuál nada sé;fue la que más quise, fue la que más amé, la que alejé de mi lado y hoy daría lo que no tengo, para verla una vez más.

En estos recuerdos, me asalta un pensamiento, que como una espina lastima mi ser y siempre está despierto, haciendo preguntas sin responder.

¿Tú me recuerdas? ¿Piensas en mí? ¿Recuerdas nuestros besos, la alegría al saber que estábamos juntos, contando las horas?

¡Malditas horas! De tan pocos minutos, de tan corto tiempo, para nuestro amor.

¡El olor a deseo, en nosotros quedaba y debía durarnos hasta un próximo encuentro!

¡Amo la soledad, amo el silencio, son mis amigos, que comparto mis sueños!

Publicado en:
http://pensamientos-y-poemas-desde-beersheva.blogspot.com.ar/2011/05/soledad-y-silencio.html






Por qué amo la soledad


Soledad es una palabra que despierta diferentes sentimientos en la gente: miedo, tristeza, dolor, inquietud... pero también paz, seguridad y ¿por qué no? amor.

Hay diversos motivos para amar la soledad. Cada cual tiene los suyos. Yo, como esquizoide que soy, amo la soledad porque en ella encuentro mi propio yo, soy libre, cuando estoy a solas puedo recobrar fuerzas, tengo paz y tengo la dulce sensación de  que todo está en orden.

En la siguiente presentación el autor presenta otros motivos totalmente diferentes para amar la soledad:

Por Qué Amo La Soledad
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Seguramente quien lea estas palabras tendrá sus propios motivos para buscarla o alejarse de ella. Pero lo más seguro es que no se sentirá indiferente ante la idea.

Cuento sin "U" de Jorge Bucay

Por: Jorge Bucay 
De:"Cuentos para Pensar" 

Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio. 
Allí estaba el imponente espejo de mano al costado del sendero, como esperándolo. 
Se acercó, lo alzó y se miró en él. Se vio bien. 
No se vio tan joven, pero los años habían sido bastante bondadosos con él. 
Sin embargo había algo desagradable en la imagen de sí mismo. 
Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia: 
La bronca, 
el desprecio, 
la agresión, 
el abandono, 
la soledad. 
Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea. 
Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más. 
Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. 
Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes atraen a los metales. 
Resistió y aceleró el paso. 
Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo. 
Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama 
y se tapó la cabeza con las sábanas. 
Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; 
pero no podía evitar la memoria de esa imagen: 
la del resentimiento, 
la del dolor, 
la de la soledad, 
la del desamor, 
la del miedo, 
la del menosprecio. 
Había ciertas cosas indecibles e impensables... 
....Pero él sabía dónde había empezado todo esto. 
Empezó esa tarde, hace treinta y tantos años... 
El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros. 
Esa tarde el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto. 
Esa letra. 
Esa. 
La letra necesaria para nombrar al otro si está presente. 
La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.. 
Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados... 
y entonces no habría motivo para sentirlos necesarios... 
y sin motivo ni forma de invocarlos, se sentiría, por fin, libre..... 

EPÍLOGO: 
Escribiendo sin "U" 


puedo hablar hasta el cansancio de mí, 
de lo mío, del yo, 
de lo que tengo, 
de lo que me pertenece... 

Hasta puedo escribir de él, 
de ellos 
y de los otros. 

Pero sin "U" 

no puedo hablar de ustedes, 
del tú, 
de lo vuestro. 
No puedo hablar de lo suyo, 
de lo tuyo, 
ni siquiera de lo nuestro. 

Así me pasa... 

A veces pierdo la "U".... 
y dejo de poder hablarte, 
pensarte, amarte, decirte. 

Sin "U" yo me quedo pero tú desapareces... 
Y sin poder nombrarte, 
¿cómo podría disfrutarte? 

Como en el cuento... si tú no existes, 
me condeno a ver lo peor de mí mismo 
reflejándose eternamente, 
en el mismo mismísimo tonto espejo.