domingo, 22 de junio de 2014

¿Cómo amar a un esquizoide?

Siguiendo con el tema de la última entrada, publico una fábula que se puede aplicar perfectamente al dilema esquizoide que busca amor pero también necesita estar solo.

Estamos lejos de San Valentin, esa fecha en que todos hablan de amor. Pero tenía que ser así. Si un esquizoide se atreve a hablar de estos temas, no podría hacerlo cuando tanto bombardeo mediático agota nuestra escasa capacidad de soportar emociones y sentimentalismos.

En 1851, el filósofo Arthur Schopenhauer planteó en su obra Parerga und Paralipomena la parábola que comparto a continuación. Una sencilla historia con final feliz (Las imágenes son de mi autoría, así que perdonen si les parecen rudimentarias).

La realidad no suele ser tan simple y el aprendizaje no es tampoco libre de dificultades. Pero como me comentó un esquizoide como respuesta a la publicación anterior: "si existe la furia esquizoide; por que no el amor esquizoide??".
No tengo experiencia en estos temas, probablemente no cualquiera sea capaz de afrontar semejante relación. Tal vez tenga razón quien me dijo: "Para un esquizoide Estar con alguien «normal» es complicado".

El dilema del erizo


En un día muy helado, un grupo de erizos que se encuentran cerca sienten simultáneamente la necesidad de juntarse para darse calor y no morir congelados.

Cuando se aproximan mucho, sienten el dolor que les causan las púas de los otros erizos,
lo que les impulsa a alejarse de nuevo.

Sin embargo, como el hecho de alejarse va acompañado de un frío insoportable, se ven en el dilema de elegir: herirse con la cercanía de los otros o morir. Por ello, van cambiando la distancia que les separa hasta que encuentran una óptima, en la que no se hacen demasiado daño ni mueren de frío.

5 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Desi Drina dijo...

"Hay personas que son como los gatos.
Siempre tranquilos y distantes en su rincón, y sin mezclarse con los invitados. Estas personas no entrarán a tu vida por la puerta grande ni pretenderán saberlo todo sobre ti, ni te abrazarán ni se irán contigo a las primeras de cambio. Incluso el miedo a que les agobies hará que se marchen si te acercas demasiado rápido.
Hay otras personas a las que les asquean los gatos; son demasiado sigilosos, demasiado fríos. No te compres un gato si quieres una mascota con la que jugar. Son indiferentes, son como si no fueran.
Pero cuando todos se han ido y te has quedado a solas con el gato, el gato se acerca a ti, arrullador, enternecido, y se te pasea por las piernas, con ojos melosos y juguetones, derretido ya el acero que normalmente baña su mirada.
Sólo utiliza tu cuerpo para rascarse, te dirán algunos. El gato es un animal ausente, glacial, insensible. Pero no. El gato te da todo su cariño. Sólo que no puede dejar de ser un gato, por más que ponga todo su empeño en ello."

Mario A. Elegancia

topopc dijo...

Gracias Desirée por tu aporte. Es una buena metáfora de los esquizoides. Me gustó mucho.

Ale9302 dijo...

Hola, llevo ya dos años con mi novio siempre tuve muchos interrogantes sobre su forma de ser distante y fria con las personas poco a poco note que son rasgos esquizoides sin embargo el tiene una relacion relativamente funcional con su familia y conmigo, soy la persona mas cercana a el sin embargo muchas veces se muestra indiferente frente a mis necesidades emocionales y sexuales esas cosas me duelen pero aprendi a no esperar mucho de el en estos aspectos y a entender que no quiere herirme sino que simplemente asi funciona su cerebro. Jugamos a que yo tengo una batería interna que se descarga y el tiene que recagar, hemos encontrado muchas estrategias para hacer de nuestra relacion algo funcional, no es cierto que no quieran amor y que no puedan darlo si lo dan si son tiernos y afectuosos de manera limitada y a su manera. Pienso que es cuestión de estrategias de conocerse y conocer al otro y aceptarlo como es!

Jne dijo...

Hola, sobre el primer comentario de Desirée, yo soy esquizoide medio y tengo dos gatas,la tenía al lado mirándome cuando lo estaba leyendo y se me han saltado las lágrimas, me encanta los gatos.